El Ayuntamiento de Palma da un paso importante hacia la sostenibilidad con el lanzamiento de la Fase I de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), un proyecto enmarcado en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Esta iniciativa busca reducir la contaminación, mejorar la calidad del aire y transformar el espacio público en un entorno más saludable y habitable.
Un ámbito estratégico para la ZBE
La delimitación de esta primera fase se centra en el Casco Histórico de Palma, una zona de gran actividad comercial, cultural y turística. Este espacio, que concentra el 10% de los viajes urbanos y el 6% de la población de la ciudad, es donde se registran los niveles más altos de contaminación atmosférica y acústica. La ZBE abarca una superficie de 130,9 hectáreas, delimitada por el perímetro de las Avenidas y el Paseo Marítimo.
Objetivos y medidas concretas
El proyecto tiene como meta reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar la calidad del aire, alineándose con los objetivos marcados por la Ley de Cambio Climático y Transición Energética. Entre las medidas propuestas destacan:
- Instalación de sistemas de control de accesos mediante cámaras de lectura de matrículas.
- Regulación del estacionamiento y reordenación del tráfico motorizado.
- Ampliación de espacios destinados a peatones y modos de transporte sostenible.
- Incentivo al uso de transporte público.
Hacia una Palma más verde y sostenible
Con esta iniciativa, Palma sigue los pasos de otras grandes ciudades europeas que han apostado por fomentar la movilidad sostenible. La Fase I sentará las bases para futuras ampliaciones que permitan reducir aún más las emisiones y avanzar hacia un modelo urbano más limpio, eficiente y accesible para todos.